Había una vez un pirata tan chiquitín, tan chiquitín, que todo el mundo lo llamaba el pequeño pirata Serafín. Un día, el malvado pirata Malapata lo capturó y lo encerró en la bodega. Nuestro pirata tenía miedo, pero un ratón lo ayudó. Y una gaviota ayudó al ratón...
A las 12.00h